Sinopsis:
Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christophe Waltz), un cazarrecompensas alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo de color Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland". La presencia de ambos en los alrededores de la propiedad, despierta las sospechas de Stephen (Samuel L. Jackson), el esclavo de confianza de Candie.
Crítica:
La leyenda de Django, un hombre libre
Brillante western al más puro estilo clásico. Tarantino consigue homenajear de forma perfecta el spaguetti western. "Django desencadenado" es una película que se asemeja mucho a "Malditos bastardos", un inicio absolutamente demoledor, un desarrollo notable y un tramo final sencillamente perfecto.
El niño malo de Hollywood vuelve a sus andadas con esta magnífica película, enormemente entretenida a pesar de su duración, de guión aparentemente sencillo aunque de alta calidad, con unas actuaciones principales sencillamente magistrales (perfecto Cristoph Waltz, para variar) y dirigida por la sádica y macabra mano de Tarantino, que proporciona intriga y dramatismo durante todo el transcurso del filme y consigue sacarte más de una sonrisa en el momento menos esperado con su ácido sentido del humor.
Al más puro estilo de Tarantino, no le falta violencia, sangrienta, abundante y excesiva, nada que no se esperaba de la oveja negra de Hollywood. Consigue que sus casi tres horas de metraje se pasen como si fueran apenas una hora y media.
Que se puede decir de esta nueva obra maestra de Quentin Tarantino, posee todos los elementos necesarios para ser disfrutada al cien por cien, sencillamente es una obra irrepetible en todos los sentidos, completamente única.
Con tan solo los títulos de crédito ya puedes ver que no te vas a llevar ninguna decepción, con ese magnífico inicio, ese cínico Cristoph Waltz te atrapa como un agujero negro y te emociona y te consigue hacer reír en solo un par de minutos.
No es que haya demasiados tiroteos, sin embargo cuando sale uno a la pantalla se presencia algo grandioso, violento y sangriento, emocionante, absolutamente maravilloso para la vista y los oídos.
Me cuesta creer que haya gente que diga que está perdiendo el ritmo, esa esencia Tarantiniana que desprendía en sus primeras películas, este es un director que sabe conservarse de forma espectacular, cuando hace algo lo hace a su manera (es decir, de forma brillante).
No dudes ni un segundo si vale la pena estar viendo una pantalla durante tres horas, ni siquiera lo pienses, si decides verla (como debe ser), estés seguro de que pasaras tres horas emocionantes y brillantes.
Sin duda resulta divertido como Tarantino caricaturiza los personajes hasta un extremo insospechado, hasta el extremo que todos tienen su gracia, hasta el más cabrón de todos, no sobra ningún personaje, no falta ningún personaje, todos aportan su toque ideal. Sencillamente no te la puedes perder.
Nota: 8