Sinopsis:
La película esta basada en la historia real de la familia Perron y sus encuentros sobrenaturales en su casa de Rhode Island. Ed y Lorraine Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, son llamados por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una granja aislada. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas...
Crítica:
Wan se ha sacado el doctorado
Hay que reconocer que James Wan ha madurado mucho desde la película que supuso su primer éxito, "Saw" (la cual me encanta). Su carrera ha sufrido una palpable transición, solamente fijandose en sus tres películas más destacadas ("Saw", "Insidious" y "Expediente Warren: The conjuring", con la que se ha ganado mucho respeto de los críticos) ya se puede observar esa evolución. Primero nos presentó un dinámico y sangriento thriller con un original guión que consiguió sorprender al público y a parte de la crítica, luego nos presentó una eficaz película de terror que dejó a todo el público horrorizado y satisfació a un sector de los críticos. Por último está esta película, que en una sola semana se ha ganado la casi unánime alabanza de la crítica y la atención del público.
En esta última película (similar a "Insidious" en ciertos aspectos, aunque superior respecto a calidad) ha sabido como plasmar de forma perfecta una historia absolutamente terrorífica y a la vez líneal, con mucha calidad artística, algo que muy pocas veces se ha conseguido. Al igual que en "Insidious", no destaca por su originalidad, (en cierto modo es casi todo una sarta de tópicos), pero sabe como usar esos tópicos para que te sorprendan, para diferenciarse del resto de películas de terror.
Hay gente que dice que principalmente te basas en dos puntos de una película para puntuarla: el inicio y el final, que aunque no sea del todo cierto, el principio y el final de una película son algo más influyentes, ya que uno sirve para introducirte en la película y el otro es para que se te quede en la mente, por eso un buen final es capaz de hacer que te quedes pensando en una película que es mala todo el rato menos en el final. Wan se aprovecha de ese hecho al igual que hizo en “Insidious”, que consigue que con la introducción de la película pienses “¿dónde me he metido?”, una presentación que te pone los pelos de punta.
Sin duda alguna Wan ofrece la mejor dirección que ha hecho hasta la fecha, basta con ver el plano secuencia de la mudanza, como inyecta tensión en cada escena, consigue ponerte nervioso en cada escena aunque nada pase ni vaya a pasar, porque consigue meterte en esa casa (al menos si estás en el cine, claro) y consigue que cada fenómeno paranormal lo vivas como si estuvieran pasando en la sala de cine.
Lo más soprendente de la película es como consigue juntar tantos “clichés” del terror y que consiga algo eficaz e inquietante, en esta película el hecho de saber que algo pasará no la hace menos terrorífica. Creo conveniente destacar las interpretaciones, que suelen ser regulares en las películas de terror (claro que hay excepciones).
Otro elemento que Wan aprovecha son los efectos sonoros, sin verse obligado a recurrir al típico truco del sonido estridente para asustarte (que en muchas ocasiones lo que te asusta es el ruido en sí más que la película). Para mí, una de las cosas más terroríficas que puede haber es un buen contraste sonido/imágen, es decir, que en la pantalla haya mucha tensión y haya como banda sonora algo contrario a tenso, una canción alegre, feliz (como ya usó en “Insidious” y resultó increíblemente eficaz), aunque en este caso no lo usa tanto, eso es algo que siempre me da un mal rollo espectacular.
Si bien no todo lo que cuenta la historia es real (al menos eso tengo entendido yo), el hecho de que la mayoría de cosas pasaran de verdad es una idea donde prefiero no meterme, al fin y al cabo la ignorancia da la felicidad, y yo seré feliz mientras sea un ignorante en este campo.
Nota: 8
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