Duración: 102 min.
Sinopsis:
Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus tres hijos
acaban de mudarse a una vieja casa. Pero, tras un desgraciado accidente,
uno de los niños entra en coma y, al mismo tiempo, empiezan a
producirse en la casa extraños fenómenos que aterrorizan a la familia.
Crítica:
Esta película es un experimento del gran director James Wan probando los
tópicos del género de terror que siempre son mencionados como tópicos
dentro del género, pero no demasiadas veces son usados, como por ejemplo
las abuelas terroríficas o la gente con una sonrisa muy forzada y
oscura. Sólo al ve el principio ya pensarás "en que película me he
metido" ya que con las primeras fotografías ya te aterrorizas al igual
que cuando sale el título con la ayuda de violines agudos. Es un filme
en el que los sustos y la intriga están por todas partes y que no puedes
estar relajado ni un mísero segundo; también hay que decir que la
música tan aguda e alegre da un tenebroso ambiente y ayuda mucho en los
sustos. No es una película sangrienta ya que no necesita serlo, sin
violencia se puede llegar a aterrar de manera asombrosa. Además, tiene
un final que sin duda no te esperas y que asusta mucho, deja
completamente aterrada de tu propia sombra.
Nota: 7,5
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